Letra: Manuel Domínguez. Música:
MartÃn DomÃnguez.
Y asÃ, de golpe, salimos de la escuela,
con un libro en la mano y la memoria. (¡Lorca en el
examen de selectividad de la hija pequeña!). Y al releerlo
con ella, de la risa al llanto, a la más profunda emoción,
sin tregua ni reposo. ¡Semejante genio, y tamaña desventura!
(…la de este pobre paÃs. “¡Arriba, maricón!â€)… Y para
remate, ¡esa música de MartÃn! Un retablo de imágenes,
frases y acordes. Y repitiéndose, repitiéndose, repitiéndose,
una vÃctima inocente al fondo y al frente, inolvidable
y omnipresente. Pero no una; ¡miles! ¡Tanta y tanta
cuneta, preñadas de dolor! Cuadro a cuadro, estrofa
a estrofa, la historia se repite y es,-y no lo es- la
misma. Y por ahà desfilan la vÃctima, los asesinos,
-los centuriones y el podrido sanedrÃn- (ponedles el
uniforme que queráis, que para todos hay vergüenza y
perdón que repartir… ¡Y ya llegan a prenderlo, a prenderte!),
el delator, los vecinos aprovechados, la familia…. Y
total, ¿para qué?... Si al final, todos diremos, ¡y
mira que es fácil de decir, como Pilatos!: ¡Yo no fui!
(Yo no apreté el gatillo, y ya sé que tú tampoco)…
Pero ahora, quien quiera la paz y la
reconciliación de la que tanto hablamos, que nos ayude
a bajarlos de la cruz. A sacarlos de esas infames cunetas.
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de "Retablo del prendimiento"?