Letra y música: Manuel Domínguez.
Arreglos: Joaquín Pardinilla
Cordillera amada, madre de tantos pueblos, casa común
y no muralla. A nuestros hermanos del otro lado, -a
su país, a su gente, a su música, que
citamos sin medida ni rubor (Aquellas Montañas,
Los siete saltos y L´immortèla)-,
rinde homenaje esta canción. A nuestro amado
y compartido Pirineo.
La Brecha de Rolando: entre Bujaruelo y Gavarnie, la
más hermosa de las puertas que ha tallado la
montaña.