Abrí un día una avellana
por ver lo que había dentro,
y estaba el sol y la luna
y las mudanzas del tiempo.
(popular)
Sin ti, la salamanquesa soy
de aquel muro que se hundió.
Sin ti, avecica herida voy,
tan lejos el nido, tan cerca el halcón.
Sin ti, tañe a duelo el corazón,
la campana rota que el tiempo partió.
Tiempo, ¡la cruel canción del reloj!:
diga lo que diga, dirá siempre adiós.
Sin ti, se hizo añicos la ilusión,
el “Quebrantasueños” sus huesos quebró:
Tiempo, ¡carroñero sabio y ladrón!
... eso que se lleva, di, ¿quién se lo dio?
¡Qué embaucador!, no fui yo.
Lo que quise eterno, un eterno segundo duró:
un tictac, y acabó.
¡Qué a destiempo el tiempo,
relojero loco, dios del desamor!
Sin ti, una casa en ruinas soy,
la torre que se espaldó.
Sin ti, se ha secado aquel ibón
y el espejo niega lo que reflejó.
Sin ti, luz de otoño es... un farol,
y la primavera una desilusión.
Tiempo. En la arena de ese reloj
empieza un desierto que nadie cruzó.
Sin ti, soy quien soy... ¡y no soy yo!
¿Qué me ha hecho tu fuego, ceniza, o carbón?
Tiempo. Las saetas de ese reloj
cierran las heridas de las del amor.
... Puede que sí, o que no.
¡Pero qué bien suenan, ay dios, las promesas de amor!
¡Miénteme, por favor!
Basta una mirada,
y el resto en tus ojos me lo invento yo.
Sin ti, el silencio es mi canción
... para otra no tengo voz.
Sin ti, que me bajen el telón...
¡se quedó sin fuelle el viejo acordeón!
Sin ti, soy el dance que acabó
con los palos rotos... ¿o fue el corazón?
Tiempo, mis mudanzas danzo en tu honor.
Me has cambiado todo...
¿o he cambiado yo!
Letra: Manuel Domínguez
Música:
Miguel Sorribes
Mudanza: Cambio, evidentemente. Y tal vez por eso, cada una de las piezas o bailes que forman parte del Dance. (De los Monegros al Moncayo, y más allá, el Dance es un conjunto de dichos, musicas y bailes.) En otro sitios, de espadas. En Sobrarbe, ¡boj contra boj!, al latir del corazón le llamamos “palotiau”. |