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¡Qué frío al despertar! Esta cama es un páramo polar. Un tin tán de lluvia el ventanal. Y en los álamos, el viento viene y va. Las hojas, secas ya, se despiden del mundo con un vals. Cuando el cierzo al fin las saca a bailar giran locas sin pensar ni a dónde van. Te has colado en mi cama, Dama de la Otoñada, al alba, así sin avisar... ¡Ya no me pienso levantar! Ojos de belladona tienes, mi bella dama. En los labios, solimán. Escarcha en las pestañas, aunque fuego en la mirada, fiebre y fuego en el mirar. En el pecho un glaciar, pero algo más al sur, solar de Venus, ¡un volcán! ¡Quita!, ¡que trabaje Rita! Yo no me levanto. ¿Sabes tú lo bien que se está?... ¡Ay, majo, de arriba pa abajo, de esos “Pirineos” a la “Brecha de Roldán”! ¡Quita!, ¡que trabaje Rita! Yo no me levanto. ¿Sabes tú lo bien que se está?... ¡Majo, aunque vaya tajo, dos “Montes Perdidos” y la “Brecha de Roldán”! ¿Fuera no sientes aullar?... ¿El viento nada más?... Aquí no habrá ya lobos, ¡qué va! ¡Tu marido!, ¿de verdad?... ¡Caray, “caperucita”, la que acabas de liar! Hueles a humo y pan, cuero viejo y piel sin estrenar, hojas húmedas y a medio quemar... ¡raboseta, eres bien fácil de “ulorar”! Está en la puerta ya. Sopla y sopla, queriéndola tirar... Viento y lobo, ¡ay, Otoño, cómo vas!... Más quemado que ceniza en el hogar. ¡Qué va a pensar la gente!... ¡Vaya otoño caliente! (...Tendrás la culpa tú, al final, de tanta conflictividad) En celo y picajoso, celoso y picardioso... Y ahora, Otoño, ¿dónde vas?... ¡Qué entrechocar de cuernos!... ¡Qué berridos, ay, tan tiernos!...- ¿Ya has cambiado de disfraz? ¡Qué majo!...¿Y de qué vas?... ¿Te has puesto de bucardo?... ¡El hambre que pasarás! ¡Quita!, ¡que trabaje Rita! Yo no me levanto. ¿Sabes tú lo bien que se está?... ¡Ay, majo, de arriba pa abajo, de esos “Pirineos” a la”Brecha de Roldán”! ¡Quita!, ¡que trabaje Rita! Yo no me levanto. ¿Sabes tú lo bien que se está?... ¡Majo, aunque vaya tajo, dos “Montes Perdidos” y la”Brecha de Roldán”! ¿Que te aburres y te vas?... ¡Que falta de moral!... A Greenpeace me tendré que chivar, niña, que al dejarme así vas a contribuir al “calentamiento global”. ... ¡Sigue, sigue un poco más! ¡Ya va viniendo, ya!... La primavera no tardará. Que te venga a relevar. ... ¡O llama a la abuelita, que no se conserva mal!
Letra: Manuel Domínguez
La Belladona, (del italiano, bella mujer), es una planta venenosa y narcótica. Dilata las pupilas, según cuentan. Y luego, ¡claro!: ¡Vaya ojazos, bella dama! Solimán es veneno en aragonés. (¡Ese regustico de los buenos besos!...) “Salada, tus pechos son La Brecha de Roldán es... la “sonrisa vertical” de nuestras amadas montañas. Un paisaje turbador e inolvidable. Raboseta, cariñosamente, la señora del zorro. “Ulorar”. A lo finolis: ventear. Seguir el rastro oloroso. Lo que hace el cazador tras la presa... o el macho tras la hembra. La “caza de amor” de la que hablan los viejos romances. Bucardo. La última bucarda desapareció, y con ella su especie, hace unos años, así que la vida amorosa del “otoñal” protagonista de la canción, o no promete ser muy agitada... o se encamina decididamente hacia “fórmulas autogestionarias”. |
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