Trango dople
... !y china-chana!
Paso doble
... ¡y poco a poco!
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Letra:     Manuel Domínguez
Música:  Miguel Sorribes
Cuan plebe, ista ziudá
se torna un rio griso
d´autos y bateaguas.
Clamors de soledá
con chens que i chiran
como toza en tamborinada.

Asinas iba yo
y a nuei debán
-camín de guambras-
chira, chirando.
Asinas, tú tan y tan luen,
tan luen ixos mons,
y amás, amás,
plebendo tanto.

Allora, un truen
fazió esclatar a nuei,
...¡y jolio con o truen!,
¡si yera, nina, una palabra!
Cuando llueve, esta ciudad
se vuelve un río gris
de coches y paraguas.
Barrancos de soledad
con gentes que giran
como tronco en riada.

Así iba yo,
y la noche delante,
-camino de sombras-,
gira, girando.
Así, tú tan y tan lejos,
tan lejos esos montes,
y además, además,
lloviendo tanto.

Entonces, un trueno
hizo estallar la noche,
...¡y vaya con el trueno!,
¡si era, niña, una palabra!.
Drento un basón
an s´eban capuzato
blincaban dos zagals,
y su mai lis carrañaba.

As bozes d´ers,
y a boz de o truen tamién,
y a plebida y a fuen,
charraban en a nuestra fabla.

O rudio de a ziudá
se fazió mosica,
y os árbols, libros
plens de fuellas, zierzo y cantas.

¡Ni os chilos de o inorán,
ni o silenzio de as lais
afogarán a boz
que charra aragonés!.
¡Bai, nina, ista ziudá!...
"Escuela de calor",
¡fuineta fa o bateaguas!.
Aquí no plebe ya,
-no plebe guaire
ni plebe mica-...
¡que no i plebe, maña!

¿No tornaré a sentir
tamborinear en a finestra
bella tronada,
ni o tuyo nombre a dizir,
bailando en a nuei
con ixas modanzas
de l´augua?

...Y os truens, ¿ta qué?,
si agora sé prou bien
que ye más gran que un truen
o son que fan bellas palabras.

Si agora sé que iste país dolén
ha de fablar perén
a suya -que ye a nuestra- fabla.

Y sé tamién que no ye prou saper; son cosa sin de chen
que´n charre y biba, tierra y fabla.

Fará falta luitar,
fer país y charrar.
¡Enta o futuro!:
Trango dople... ¡y china-chana!.

Mesacha, ¿quiers bailar?...
¡siento as fadas cantar!.
Suenio con tú
e ixa escueleta en a montaña:

Tú en a pizarra yes...
¡y os que cantan son ers!:
ninos y ninas,
¡simiéns de l´aragonés!.
Dentro de un charco
donde se habían zambullido
saltaban dos niños,
y su madre les reñía.

Sus voces,
y la voz del trueno también,
y la lluvia y la fuente,
hablaban en nuestra lengua.

El ruido de la ciudad
se hizo música,
y los árboles, libros
llenos de hojas, cierzo y canciones.

¡Ni los gritos del ignorante,
ni el silencio de las leyes
ahogarán la voz
que habla aragonés!
¡Bah, niña, esta ciudad!...
"Escuela de calor":
¡Novillos hace el paraguas!.
Aquí no llueve ya,
-no llueve mucho
ni llueve nada-...
¡Que no llueve, maña!.

¿No volveré a oir
tamborilear en la ventana
alguna tronada,
ni a decir tu nombre,
bailando en la noche
con esas mudanzas
del agua?

...Y los truenos, ¿para qué?,
si ahora sé de sobras
que es más grande que un trueno
el sonido que hacen algunas palabras.

Si ahora sé que este país doliente
ha de hablar por siempre
su lengua - que es la nuestra-.

Y sé también que no basta con saber;
no son nada sin gente
que las hable y viva, tierra y lengua.

Hará falta luchar,
hacer país y hablar.
¡Hacia el futuro!:
Paso doble... ¡y poco a poco!

Muchacha, ¿quieres bailar?...
¡oigo a las hadas cantar!
Sueño contigo
y esa escuelita en la montaña:

Tú estás en la pizarra...
¡y los que cantan son ellos!:
niños y niñas,
¡semillas del aragonés!