Mermelada
de moras.
La  Ronda
de  Boltaña
País de anochecida
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Cuenta Serrat que,
hace tiempos, cuando a su madre
le preguntaban de dónde era, ella -aragonesa
      de Belchite emigrada como tantos a Barcelona- respondía: -"De donde coman mis hijos".
..Y no sé si uno y otra se han dado cuenta de lo aragonesa que demostraba ser al contestar así.
Hemos sido un pueblo de emigrantes, un árbol que sin renegar de sus raíces ha sabido dar
fruto  bajo otros cielos, agradecer, -cuando al fin ha llegado- la lluvia por la que tan duramen-
te había trabajado... y amar, arraigándose también en ella, esa nueva patria , ese bosque donde
ha encontrado su lugar.

Pero esta no es una canción sobre la emigración. Es simplemente una canción sobre el poder
del recuerdo -eterno país de anochecida-, sobre las vueltas y revueltas que da el camino, so-
bre ese viaje siempre sorprendente que es la vida (...y más cuando terminas por descubrir que
tu billete era de ida y vuelta).  También -aragonés en Cataluña y catalán en Aragón-, es la
canción de tantos que -dé el mundo las vueltas que dé, y terminemos allí o aquí-, nunca -aquí
o allí- podremos sentirnos extranjeros.
De los dos podría haber hablado también esta canción.
                ...De los dos -¡y de tantos más!- habla.
Y a los dos -con tu permiso, Ana-, les está dedicada
"Mi viejo Pueblo Seco".... ¡Qué cer-
quita están entre sí las calles Rosal y
Poeta Cabanyes!. Pero, siendo parale-
las, ¡qué lejos pueden llevarte la una
de la otra!...
A un "noi del Poble Sec", -el de Poeta
Cabanyes-, su madre aragonesa lo
acunaba en Barcelona -..."por la ma-
ñana rocío, al mediodía calor"- con
una jota.
Otro -el de la calle Rosal-,
catalán hijo de emigrantes
aragoneses,  acunó en Zaragoza
a los suyos con las palabras
-"Dolça Catalunya, patria del
meu cor"...- de esa hermosísima
canción -"L´emigrant"- cuyo eco
devuelve hoy sin palabras el violín
de uno de ellos.