Manifiesto
de invierno.
La
Ronda
de Boltaña
País
de anochecida
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Tampoco
sería tan extraño
despertar sobresaltados
y sudorosos -¡sólo era una pesadilla!...-,
para descubrir que detrás
de la ventana sigue cayendo eterna y mansa la nevada.
Y que la misma figura sueña inmóvil en el mismo crepúsculo
y ante el mismo pantano con
aquel carnaval que nunca volverá.
Enrique
Satué
¡Qué facil es dejarse morir, país de anochecida!
...Basta con "ir viviendo".