Polka
de la luna llena.
La
Ronda
de Boltaña
País
de anochecida
Francisco
de las Heras. Procesión
de Santa Orosia. Jaca. Hacia 1920
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Tal vez
la intolerancia
y el fanatismo sean temas
demasiado serios
como
para que nos permitamos tomarlos a risa. Pero nada hay más eficaz para expulsar
del corazón a esos demonios que tantas veces nos han poseído, que el
humor; nada mejor que reirse de uno mismo.
Aquellas infelices brujas y aquellos pobres espirituados -hijos
de nuestra historia, ese país de anochecida del que todavía nos
alcanza alguna sombra-, siguen en cierto modo viviendo entre
nosotros. Son los inadaptados, los enfermos, los "distintos";
todos aquellos a quienes rechaza la sociedad.
...¿Y los inquisidores?.
Entre nosotros -en nosotros,
que es peor-, siguen
también.
Con un porrón es difícil
apagar una hoguera
Con muchos...