El duende de San Martín
En Sobrarbe hay una pasa
de silencio por las falsas.
¡Pobres duendes deprimidos,
ya sin niños que asustar!...

Pero yo sé de una casa
donde curan cualquier pasa
con su receta secreta,
una pócima sin par:

Al mezclar anises y agua
de La Valle y de Morcat
con naranjas de la China
y azúcar de Cuba,
en la falsa un aquelarre
gira, gira, girará,
...¡y del alambique
mana un duende de cristal!

En San Martín, en San Martín,
guardan un duende en la botella,
en San Martín, en San Martín,
y luego dicen que es anís. 

En San Martín, en San Martín,
donde no llegan los turistas,
en San Martín, en San Martín,
hay vida y ganas de vivir.

Duende del hogar, ¡levanta!,
y ése que ronca en la gaita;
que los de las cubas pichen
y el del horno cueza pan.

Para la dueña de casa
fiesta corta se hace larga,
que en la cocina hace ratos
se le siente cazolear.

¡Con qué poco se hace fiesta,
fiesta nuestra y de verdad!:
Los amigos, los vecinos,
y los que se fueron.
Todos juntos a una mesa
nos volvemos a sentar;
si encima hay chiretas,
¿qué se puede pedir más?...

En San Martín, en San Martín,
si no le sirve de molestia,
en San Martín, en San Martín,
me tomaría otro anís.

De San Martín, de San Martín,
a redolóns por la escalera,
de San Martín, de San Martín,
el duende nos va a hacer salir.

Arriba, mesa, esas faldas!
¡A bailar tras la lifara!,
que en la alcoba o en la sala
no hay que perder el compás.

No hay mejor baile, salada,
que el que se baila en la cama,
...pero pa ir cogiendo ritmo
una polka no está mal.

Si la gaita va afinada
mesachas, aprovechad,
que no hay pa según qué bailes
mejor instrumento.
Chocaremos cuerpo a cuerpo
como copas al brindar,
¡no me extraña que ese ritmo
sea popular!

En San Martín, en San Martín,
¡ay duendecilla, duendecilla!,
en San Martín, en San Martín,
tus labios me saben a anís.

En San Martín, en san Martín,
te he visto al fondo de mi copa,
en San Martín, en San Martín,
¡cómo dejarme ese culín!.

En San Martín, en San Martín
ya truca el invierno a la puerta,
en San Martín, en San Martín,
¡que truque, no le pienso abrir!.

En San Martín, en San Martín
el sol se asoma a la ventana,
en San Martín, en San Martín
¡ixo rai, échame otro anís!

En San Martín, en San Martín,
aunque mi copa esté vacía,
en San Martín, en San Martín,
Sobrarbe, brindaré por ti.

 

Letra y música: Manuel Domínguez